Camino hacia el río Arlanza

Se puede hacer una buena excursión desde el pueblo al río Arlanza una mañana de sol o una tarde agradable en compañía familiar para estirar las piernas y gozar de las vistas que se presentan al ir adelantando el camino. Hay que bajar del pueblo a mano derecha. La pendiente hacia abajo no es profunda. Antes de salir del pueblo podemos contemplar las huertas hacia mano derecha. En buen tiempo veremos todo el campo verde de alubias, patatas, berzas,tomates, pimientos, cebollas ...
Seguimos bajando y encontraremos un puente para cruzar el río Balladares que tiene agua todo el año. En invierno y primavera lleva bastante agua y en verano y otoño lleva mucho menos, pero algo siempre va bajando hacia el Arlanza que dentro de poco la desembocadura irá a parar al pantano de Castrovido que se está haciendo en este tiempo. Pasodo el puente tiramos hacia la derecha que nos va llevar a ver por la parte derecha, si los robles nos dejan, el campo de fútbol y los montes de Fuenteperal. Seguimos andando y nos podemos ir por dos caminos que llegan al mismo punto de llegada. Uno está más alto y el otro un poquito más bajo pero más difícil de ver paisajes por la altura de los árboles. Así llegamos hasta una explanada donde solemos comer la mayor parte del pueblo el día de excursión la Monasterio Elveinte, que suele ser el segundo fin de semana de agosto. Siguiendo el camino tiramos hacia la izquierda y seguimos el camino por donde iban los carros y que ahora puede pasar algún tractor que vaya a por leña. La vista nos lleva a ver los montes que nos separan de los pueblos de la llanura. Pasamos el monasterio que está dentro de una finca particular, pero que sí se puede visitar, avisando a su dueño que vive en el pueblo.Nos metemos por una senda que puede estar despejada si las personas y animales caminan por ella. La bajada no es peligrosa, pero sí debemos tener cuidado para no resbalarse y caerse al suelo con peligro de rodar hacia abajo.En unos minutos podemos observar el monte que corresponde a Castrillo y ver vacas pacer las abundantes hierbas que hay en el bosque de pinos que hay en la otra orilla del río.
Hoy el paisaje de la bajada ha cambiado un poco. La obra del pantano ha hecho desaparecer miles de árboles y tenemos una carretera hecha, en conciencia, para que puedan pasar los camiones de las obras sin ningún problema. Parece una autopista. Bajando un poquito vemos las aguas del río Arlanza donde pasamos un buen rato viendo sus flores e intentando ver algún pez que se divierta por el agua fría.Lleva bastante agua, pero es suficiente para hacer que toda las tierras que rodea estén verdes. Al lado del río charlamos y almorzamos y nos hacemos unas fotos para el recuerdo. El molino que hay y que se dejó de usar hace muchos años ya no existe. Sus piedras están en el pueblo en espera de que se haga algo bonito con ellas.El río es silencioso. No hay grandes piedras y su líquido está clarita. Más arriba había un muro que contenía el agua y que era conducido , parte del agua , para el molino. Hemos pasado un buen rato. Hemos tomado el sol y hemos caminado estirando las piernas para poder descansar mejor por la noche. El paseo se volverá a realizar para contemplar el agua y añorar tiempos anteriores pero gozosos de ver que el agua del Arlanza servirá para regar las tierra de los agricultores y obtener mejores cosechas.